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Cómo le afecta un mal lubricante al motor de tu coche

lubricante coche

¿Qué pasaría si usaras los lubricantes incorrectos en tu vehículo? ¿Habría algún daño significativo a corto o largo plazo si usas un mal lubricante?

Desde el aumento del consumo de combustible hasta la reducción de la potencia del motor o incluso de su vida útil, los efectos de usar un mal lubricante pueden ser diversos y conllevar gastos de mantenimiento adicionales. Por eso es importante saber qué lubricante es el ideal para tú vehículo.

¿Qué lubricante escoger para tu coche?

Hay muchas más opciones de aceite de motor que cualquier otro lubricante para vehículos en el mercado. Esto puede generar confusión sobre qué aceite comprar y qué necesita su vehículo. Con demasiada frecuencia, los consumidores compran aceite para su automóvil basándose únicamente en el precio. Y esto puede salir muy caro.

¿Cómo le afecta un mal lubricante a tu coche?

Daño por alta viscosidad: todos tenemos la idea de que cuánto más viscoso es un lubricante, más protege al motor; sin embargo, debes saber que se requiere que sea «más delgado» (con un grado bajo de viscosidad) para hacer llegar el aceite en el menor tiempo posible a cada rincón de la máquina.

Motor desbielado: Así es como popularmente se conoce cuando el motor de un coche sufre por la falta de lubricación y puede quedar inservible. En el peor de los casos, éste deberá ser reemplazado. Esta avería se origina cuando el aceite no está en buen estado o no tiene la calidad suficiente, acumulando grumos y residuos que pueden llegar a obstruir los conductos de lubricación.

Obturación en el filtro: El filtro es muy sensible a los aceites de motor inadecuados. En especial, en un coche con motor diésel se deben utilizar lubricantes bajos en cenizas, fósforo y azufre para evitar que se obstruya el filtro.

Afectación al árbol de levas: La falta de lubricación puede causar daños que obliguen a reparaciones costosas. Por ello, siempre hay que seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto al tipo de aceite que va mejor con el motor, y revisar constantemente que se encuentre en buen nivel y condiciones.

Daños en la correa de distribución: El tensor de la correa de distribución utiliza el mismo aceite que lubrica el resto del motor. Si no recibe la lubricación adecuada, perderá su capacidad de tensar la cadena.

Afectaciones en el turbo: Los turbocompresores trabajan normalmente a temperaturas extremas y revoluciones muy altas, por eso son elementos especialmente sensibles a los errores en la lubricación. Los turbos necesitan aceites que soporten bien el calor extremo y eviten la formación de carbonillas o espumas que puedan provocar pérdidas de presión en el circuito de lubricación.

Un mal aceite te puede salir muy caro. Lo mejor es que te dejes siempre recomendar por un profesional. Estamos a tu disposición.

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