La primavera es una época temida por las personas alérgicas. El malestar generalizado, la incomodidad y los síntomas provocan que muchas personas no solo no disfruten de esta estación si no que les impide hacer una vida normal.
Los alérgicos y la carretera
Para una persona con alergia la conducción en esta época del año se vuelve un veradero tormento. Por un lado están el cansancio y la somnolencia, dos síntomas muy peligrosos al volante. Por otro lado están los espasmos involuntarios como los picores, el lagrimeo de los ojos, el goteo de nariz y los temidos estornudos. Para estas personas, conducir se convierte en un verdadero suplicio cuando están en un pico de su enfermedad.
Normalmente se recomienda que eviten el uso del vehículo cuando esto suceda, pero todos sabemos que no siempre podemos decidir si conducir o no. Para las personas que tengan que hacerlo sufriendo un brote de alergia hemos recopilado las siguientes recomendaciones.
Recomendaciones para conducir con alergia
- En temporada de alergias, debes mantener las ventanillas cerradas e incluso utilizar los filtros en los conductos de aire de los coches más nuevos que los incluyen como parte del equipamiento de serie.
- Es recomendable llevar gafas de sol, si es posible, con protectores laterales.
- Es recomendable conocer con antelación las previsiones de polen y, en todo caso, evitar conducir en las últimas horas del día cuando las partículas de polen descienden con el enfriamiento del aire.
- Si eres asmático, evita que otras personas fumen o usen aerosoles o perfumes en dentro del coche.
- Algunos medicamentos antialérgicos tienen efectos secundarios que pueden limitar la conducción, por lo que debes tener especial cuidado al conducir e informarte con tu médico de los posibles riesgos.
- Si tienes sueño, para. No conduzcas con somnolencia independientemente de lo que tengas que acer.